Busquemos perlas escondidas del 12 al 18 de mayo del 2025
Proverbios 13:24. ¿Qué nos enseñan estas palabras sobre el
amor y la disciplina? Encontrar la respuesta:
Proverbios 13:24 nos enseña que el amor verdadero incluye la
disciplina, ya que corregir a un hijo a tiempo es una muestra de cariño y
preocupación genuina por su bienestar. Aunque algunos padres pueden pensar que
evitar el castigo es una forma de amor, en realidad, eso puede ser una
manifestación de egoísmo o sentimentalismo mal dirigido. Según el entendimiento
bíblico, no disciplinar a un hijo cuando lo necesita no es actuar con amor,
sino con odio, porque se le está negando la guía que puede salvar su vida. Por
eso, la corrección amorosa y oportuna es una expresión vital del amor que busca
el bien a largo plazo del hijo.
Respuesta
¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica
de esta semana?
Proverbios 13:1 dice que “el hijo sabio escucha la
corrección de su padre”, y aunque en primer lugar se refiere a la relación
entre padres e hijos, esta lección también aplica a todos nosotros en sentido
espiritual. Si queremos ser sabios a los ojos de Jehová, debemos tener un
corazón humilde que esté dispuesto a aceptar corrección, ya sea mediante su
Palabra, por medio de los ancianos o a través de las publicaciones bíblicas. Al
fin y al cabo, Jehová es nuestro Padre celestial, y como hijos suyos, demostrar
sabiduría significa escuchar su guía con obediencia y sin resistencia. Esta
actitud no solo nos protege, sino que fortalece nuestra relación con él y nos
ayuda a crecer espiritualmente.
Proverbios 13:3 dice: “El que vigila su boca protege su
vida”, lo cual nos recuerda la importancia de hablar con prudencia,
especialmente dentro de la congregación. Nuestras palabras pueden construir o
destruir, animar o herir. Si no somos cuidadosos con lo que decimos, podríamos
causar malentendidos, chismes o incluso divisiones. En cambio, cuando
controlamos nuestra lengua y pensamos antes de hablar, demostramos madurez
espiritual y contribuimos a la paz y la unidad entre nuestros hermanos. Además,
al ser prudentes en nuestras palabras, protegemos nuestra reputación y evitamos
consecuencias que puedan afectar nuestra espiritualidad. Así demostramos amor a
Jehová y respeto por su pueblo.
Proverbios 13:4 señala que “El perezoso ansía muchas cosas y
sin embargo no tiene nada, pero la persona trabajadora quedará totalmente
satisfecha lo que nos enseña que no basta con tener buenos deseos o
intenciones, sino que se necesita esfuerzo constante para lograr resultados. En
el ámbito espiritual, esto puede aplicarse a nuestras metas personales, como
mejorar en la predicación, prepararnos bien para las reuniones o cultivar
cualidades cristianas. Si somos perezosos, esas metas nunca se cumplirán, por
más que las deseemos. Pero si trabajamos con constancia, aunque sea poco a poco,
Jehová bendecirá nuestro esfuerzo
Proverbios 13:10 también nos enseña que es sabio buscar
siempre la guía adecuada, especialmente cuando enfrentamos decisiones
importantes o necesitamos escoger el camino correcto. En lugar de dejarnos
llevar por el orgullo o pensar que podemos hacerlo todo por nuestra cuenta,
demostramos verdadera sabiduría al ser humildes y estar dispuestos a oír. Esto
incluye prestar atención a los consejos de hermanos con experiencia, como los
ancianos o cristianos maduros, quienes han demostrado con el tiempo que aplican
los principios bíblicos. Ser “presto en cuanto a oír” no solo nos ayuda a
evitar errores, sino que también muestra que valoramos el punto de vista de
Jehová y deseamos actuar de acuerdo con su voluntad.
Proverbios 13:11 Este versículo nos enseña que la verdadera
prosperidad no viene de atajos, ni de buscar ganancias rápidas o sin esfuerzo,
sino de la paciencia, la constancia y el trabajo honesto. En contraste, hoy el
mundo promueve la idea de obtener lo que se quiere de inmediato, sin importar
los medios, y muchas personas se esfuerzan por conseguir cosas materiales, pero
no están dispuestas a esforzarse por alcanzar un futuro mejor sirviendo a
Jehová. Nosotros, como siervos de Dios, trabajamos cada día con constancia en
nuestra espiritualidad, en nuestra relación con Jehová y en nuestra esperanza
en el nuevo mundo. Aunque el progreso parezca lento a veces, lo que construimos
con esfuerzo y fidelidad tiene un valor duradero, y con el tiempo veremos las
bendiciones que provienen de vivir según los principios divinos.
Proverbios 13:20 destaca la poderosa influencia que tienen
nuestras amistades en nuestra manera de pensar y actuar. Aunque en el mundo
pueda haber personas que parezcan buenas o morales, la verdadera sabiduría,
según la Biblia, no se basa solo en buenos valores humanos, sino en el temor de
Jehová y en obedecer sus mandamientos. Por eso, un sabio verdadero es aquel que
sirve a Jehová y aplica sus principios en la vida diaria. Si queremos crecer
espiritualmente y mantenernos firmes en nuestra fe, es fundamental rodearnos de
personas que también aman y sirven a Dios.