TESOROS DE LA BIBLIA SEMANA DEL 8 AL 14 DE ABRIL
Qué ayudaba a David a vivir con integridad
La integridad siempre a sido exigida a los siervos de Dios
desde el inicio de la creación de la humanidad debido a que satanás siempre a
codiciado la adoración que se les da al creador, desde Adán y Eva asta nuestros
tiempos, que ayudo a sus siervos a mantener esta integridad a Jehová, en este
discurso veremos que ayudo a David, veremos tres cosas:
Una de estas es que se menciona en Salmos 26:1, 2 Él entendía que la integridad no solo se
reflejaba en acciones externas, sino también en los pensamientos y emociones
más íntimos de su ser. Por eso, David oraba a Jehová pidiendo ser examinado y
purificado en lo más profundo de su corazón.
Y no quería una vista superficial sino algo que no se podía
ver a simple vista como son los pensamientos Reconocía que Dios tenía el poder
de escudriñar sus pensamientos más ocultos y de corregir cualquier desviación
en su ser interior.
Lo que aprendemos es que así como David buscaba la guía
divina para purificar su interior, nosotros también debemos buscar
constantemente la dirección de Dios a través de Su Palabra la biblia y de
aquellos que Él ha designado como sus representantes en la Tierra.
Permitir que los consejos divinos penetren en nuestro ser
más íntimo nos ayudará a mantenernos firmes en nuestra integridad. ¿Qué otra
cosa puede ayudarnos? Salmos 26:4, 5 David nos revela una de las claves de la
integridad era que evitaba las malas compañías.
David comprendía el poder de la influencia de aquellos que
lo rodeaban, y por eso tomaba la decisión consciente de apartarse de quienes no
compartían sus valores y principios. ¿Y qué podemos aprender de esto nosotros,
en nuestros días?
Vivimos en un mundo saturado de influencias negativas, desde
la televisión y el cine hasta las redes sociales y el internet. En todas partes
encontramos voces que promueven valores contrarios a los de Dios. Es crucial
que sigamos el ejemplo de David y seamos selectivos con nuestras compañías.
Debemos ser conscientes de con quiénes nos asociamos en
nuestras vidas cotidianas, en nuestros trabajos, en nuestras escuelas y en
nuestras comunidades. No podemos permitir que las malas influencias corrompan
nuestra integridad y desvíen nuestro camino.
Por ultimo lo que podemos hacer para mantener nuestra integridad
es que David amaba la adoración de Jehová veamos como se expresó en el Salmos 26:8; Este
amor por la adoración nos enseña una lección valiosa que podemos aplicar en
nuestras vidas hoy en día.
preguntémonos ¿Nos deleita congregarnos en los lugares donde
aprendemos de Jehová? ¿Valoramos verdaderamente las oportunidades que tenemos
para adorarlo y aprender más sobre Él? Cada Salón del Reino es un lugar sagrado
donde nos reunimos como congregación para adorar a Jehová y fortalecer nuestra
fe.
Aquí, a través de programas de instrucción espiritual,
profundizamos nuestro conocimiento de la Palabra de Dios y fortalecemos nuestra
relación con Él. También tenemos la bendición de participar en asambleas donde
recibimos enseñanzas valiosas que nos ayudan a crecer espiritualmente.
En estas reuniones, examinamos los recordatorios de Jehová,
recordando Sus enseñanzas y promesas que nos guían en nuestra vida diaria. A
través de nuestros hermanos y hermanas en la fe, encontramos aliento y apoyo
para mantenernos firmes en la senda de la integridad.
Es importante que aprendamos a valorar estas oportunidades
de adoración y aprendizaje. Recordemos que es un privilegio reunirnos con
aquellos que comparten nuestra fe y que están comprometidos con nuestro
bienestar espiritual Hermanos y hermanas, que cada vez que nos congreguemos en
los Salones del Reino o en asambleas especiales, lo hagamos con un corazón
agradecido y expectante, listos para recibir las bendiciones que Jehová tiene
reservadas para nosotros.
¿Pero que hay si cometemos un error o nos alejamos de
Jehová? Podemos seguir el ejemplo de David,
el no era perfecto; cometió errores y pecados a lo largo de su vida. Sin
embargo, lo que lo distinguía era su sincero arrepentimiento y su deseo genuino
de seguir a Dios en todo momento. A pesar de sus caídas, David se levantaba con
humildad y buscaba restaurar su relación con Jehová.
Lo que hacía a David una persona íntegra era su amor y
servicio a Jehová con todo su ser. Su corazón estaba completamente entregado a
Dios, y esto se reflejaba en cada aspecto de su vida. Desde su juventud como
pastor de ovejas hasta su reinado como rey de Israel, David demostraba su
devoción a Dios en cada acción y decisión que tomaba.
David entendía que la integridad no era solo evitar cometer
errores, sino también reconocerlos cuando ocurrían y buscar la reconciliación
con Dios. Su relación con Jehová estaba basada en la confianza, la obediencia y
la humildad, lo que lo llevaba a perseverar en su camino espiritual a pesar de
las dificultades y tentaciones que enfrentaba.
Hermanos y hermanas, sigamos el ejemplo de David en nuestra
propia vida. Reconozcamos que todos somos propensos a cometer errores, pero
también recordemos que la verdadera integridad radica en nuestro compromiso
constante de amar y servir a Jehová con todo nuestro ser.
Que nuestros corazones estén siempre dispuestos a buscar la
voluntad de Dios y a seguir sus caminos, sabiendo que Él es fiel para
perdonarnos y restaurarnos cuando nos arrepentimos sinceramente. Que cada día
podamos caminar en integridad delante de Jehová, demostrando nuestro amor y
devoción a través de nuestras acciones y decisiones.