SEAMOS MEJORES MAESTROS 8-14 DE DICIEMBRE
SEAMOS MEJORES MAESTROS
8-14 DE DICIEMBRE
4. Empiece conversaciones
(3 mins.) DE CASA EN CASA. Utilice una de las verdades del
apéndice A del folleto Una obra de amor (lmd lección 4 punto 5 Sea apacible. No se empeñe en demostrar que
usted tiene la razón. Nuestro objetivo no es discutir. La humildad lo ayudará a
mantener la calma y a saber cuándo es hora de retirarse (Prov. 17:14; Tito
3:2). Si usted responde de forma amable y muestra apacibilidad, puede que la
persona esté dispuesta a conversar con nosotros en otra ocasión. ).
Presentación (3 minutos)
Publicador: Buenos días. Qué gusto saludarle. Estamos
comentando con nuestros vecinos cómo las cosas que estamos viendo en el mundo,
aunque preocupantes, en realidad son una señal de que pronto vendrán tiempos
mejores.
Ama de casa: ¿A qué se refiere?
Publicador: Bueno, la Biblia ya había predicho que veríamos
muchas dificultades, como guerras, escasez, enfermedades y una forma de actuar
cada vez más egoísta y violenta.
Por ejemplo, en Mateo 24 y Lucas 21 Jesús mencionó
terremotos, hambre y conflictos; y en 2 Timoteo 3 se habla de que las personas
serían “amadoras de sí mismas”, violentas y sin afecto natural.
Ama de casa: Sí, eso se ve muchísimo hoy.
Publicador: Exacto. Pero no lo menciono para asustar, sino
para mostrar algo alentador: Jesús dijo que todas esas cosas serían como
“dolores de parto”. Y ya sabe… los dolores de parto indican que algo bueno está
por venir.
Ama de casa: Interesante esa comparación.
Publicador: Sí. Lo hermoso es que, aunque vivimos tiempos
difíciles, son una evidencia de que Dios pronto va a intervenir para mejorar
las cosas. La Biblia promete que traerá paz, justicia y seguridad para todos.
Ama de casa: Estoy de
acuerdo pero ahora estoy un poco ocupado
Publicador: Entiendo su punto. solo comparto una idea
bíblica que a mí me da esperanza. Siempre es un gusto conversar Si en otra
ocasión desea seguir hablando, con gusto paso.
5. Haga revisitas
(4 mins.) DE CASA EN CASA. Ofrezca un curso de la Biblia
(lmd lección 9 punto 3).
Publicador:
— Buenas tardes, qué gusto volver a saludarle. La vez pasada
hablamos sobre cómo la Biblia puede ayudarnos en tiempos difíciles, y usted
mencionó algo que me quedó grabado: que a veces siente que las cosas no van a
mejorar.
Persona:
— Sí, es que uno ve tantas cosas malas que ya no sabe qué
pensar.
Publicador (escuchando con atención):
— Entiendo… gracias por decírmelo. ¿Diría que lo que más le
preocupa es la situación del mundo o algo personal? Me interesa saber cómo lo
ve usted.
Persona:
— Un poco de todo. La situación del país, la inseguridad… y
también problemas en casa.
Publicador (validando sus sentimientos, sin apresurarse):
— Es muy comprensible. Muchas personas sienten lo mismo. Le
agradezco que lo comparta.
(Pausa para dejar hablar si desea continuar)
Persona:
— A veces uno quisiera respuestas, pero no sabe dónde buscarlas.
Publicador:
— Exacto. Y eso es lo que más me anima de la Biblia: ofrece
respuestas claras y prácticas. De hecho, por esa razón quería mostrarle algo
muy breve.
— Este es un curso gratuito que ayuda a ver qué dice la
Biblia sobre temas como paz, familia, ansiedad, futuro… Lo hacemos siempre
escuchando la opinión de la persona. De hecho, si usted me permite, puedo
leerle una frase y usted me dice qué piensa.
Persona:
— Está bien.
Publicador:
— Aquí, en la lección 1, dice: “¿Cómo puede ayudarle la
Biblia?
— ¿Qué le parece esa idea?
Persona (da su opinión):
— Sí, sería bueno tener un poco de esperanza hoy en día.
Publicador (escuchando, sin interrumpir):
— Entiendo… Es cierto, todos necesitamos esperanza. Me
alegra mucho que lo vea así.
Persona:
— Aunque no sé si tenga tiempo para algo así…
Publicador (aplicando el consejo, sin ignorar la objeción):
— Claro, entiendo perfectamente. Hoy todos tenemos horarios
complicados. Gracias por comentarlo.
— Mire, lo bueno de este curso es que se adapta
completamente a su ritmo. Solo unos minutos cada vez, y si algún día no puede,
no pasa nada.
— Si le parece, podríamos comenzar la próxima vez con esta
misma lección. Podemos dedicarle solo 5 o 10 minutos, y usted me dice qué
piensa. ¿Le gustaría intentarlo, aunque sea una vez, para ver cómo es?
Persona:
— Sí, creo que podríamos probar.
Publicador:
— ¡Perfecto! Me alegra mucho. La próxima vez seguimos.
Gracias por la conversación y por compartir cómo se siente.
6. Haga revisitas
(5 mins.) DE CASA EN CASA. Muestre cómo son nuestras clases
de la Biblia (lmd lección 9 punto 5 Use información que le sea útil a la
persona. Muéstrele cuanto antes cómo un curso de la Biblia puede contestarle
sus preguntas y ayudarle de muchas maneras. ).
Publicador:
Buenas tardes, qué gusto verle de nuevo. La vez pasada
hablamos sobre las preguntas que usted tiene acerca de por qué pasan tantas
cosas en el mundo. Me quedé pensando en lo que dijo y quise volver porque me
pareció una inquietud muy importante.
Persona:
Sí, es que a veces uno no entiende por qué pasan tantas
injusticias y problemas.
Publicador (mostrando que escucha):
Entiendo… Usted siente que hay demasiadas cosas que no
cuadran y eso le preocupa. Gracias por decírmelo; es normal sentirse así.
(Pausa, dejando que la persona siga si quiere hablar más.)
Persona:
Sí, porque yo creo en Dios, pero a veces no sé qué pensar.
Publicador (validando y mostrando interés):
Gracias por compartir eso. Muchos creen en Dios pero sienten
confusión por lo que ven. Me gusta cómo lo expresó, porque muestra que le
importa tener respuestas claras.
De hecho, por eso quería mostrarle algo corto: cómo funciona
el curso gratuito de la Biblia. Está diseñado justamente para responder ese
tipo de preguntas que usted mencionó.
Persona:
¿Y cómo es ese curso? ¿Es largo o complicado?
Publicador:
No, para nada. Es más bien una conversación sencilla usando
este folleto llamado “Disfrute de la vida para siempre”. Mire, por ejemplo,
aquí en la lección 1 se responde la pregunta: “¿Por qué estudiar la Biblia?”.
Es solo un párrafo corto y una pregunta.
(Abre la lección y muestra visualmente. Luego lee una frase
corta.)
Por ejemplo, aquí dice: “La Biblia nos ayuda a conocer a
Dios y entender por qué permite el sufrimiento”. ¿Qué le parece esa idea?
Persona:
Me parece interesante… Yo siempre me he preguntado por qué
Dios permite tantas cosas.
Publicador (no interrumpe, responde con empatía):
Gracias por decirlo. Es una pregunta muy profunda y muy
válida. Y lo bonito es que la Biblia no evita esos temas; los explica. En este
curso, cada lección le ayuda a entender esas respuestas paso a paso, sin
presión y a su ritmo.
Por ejemplo, más adelante hay una lección sobre por qué Dios
permite el sufrimiento, otra sobre qué tiene planeado para el futuro, y otra
sobre cómo encontrar paz interna. ¿Hay alguna de estas preguntas que le
interese más?
Persona:
Sí, me interesa la del sufrimiento. Quisiera entender eso
mejor.
Publicador (mostrando que la clase es práctica y útil):
Perfecto, entonces el curso sería muy útil para usted.
Podemos dedicar solo unos 10 minutos cada vez. Le leo un párrafo, usted me dice
qué piensa, y vamos conversando. No es como una clase tradicional; es más bien
dialogar y aprender juntos.
¿Qué le parece si la próxima vez empezamos con esa lección?
Yo puedo venir y lo vemos juntos, sin ningún compromiso.
Persona:
Sí, me parece bien. Podemos intentarlo.
Publicador:
Excelente. Me alegra mucho que lo quiera probar. Le va a
encantar ver lo claras que son las respuestas de la Biblia. Entonces la próxima
vez comenzamos con la lección sobre el sufrimiento.

