• 27 de octubre a 2 de noviembre



  • SEAMOS MEJORES MAESTROS

    4. Haga revisitas

    (3 minutos.) DE CASA EN CASA. (lmd lección 8 punto 3. Intente algo diferente. Si al principio la persona no quiere aceptar un curso bíblico, no la presione. Pero, si lo ve apropiado, use videos o artículos para mostrarle cómo son nuestros cursos bíblicos y cómo le ayudaría aceptar uno ).

    Objetivo de la demostración

     

    No presionar si la persona duda en aceptar el curso.

     

    Usar un video o artículo para despertar interés.

     

    Mostrar cómo el curso bíblico es práctico, gratuito y útil.

     

    Terminar dejando una invitación amable y abierta.

     

    Publicador:

    ¡Hola, qué gusto volver a verle! La vez pasada hablamos brevemente sobre cómo la Biblia puede ayudarnos a tener una vida más feliz. ¿Cómo ha estado?

     

    Persona:

    Bien, gracias. Sí me acuerdo un poco de esa conversación.

     

    Publicador:

    Qué bueno. A veces las personas me comentan que quisieran entender mejor la Biblia, pero piensan que estudiarla es complicado o que toma mucho tiempo.

    En realidad, nosotros usamos un método muy práctico que se adapta al ritmo de cada persona.

    De hecho, quería mostrarle algo breve para que vea cómo funciona.

     

    Persona:

    Ah, sí, claro.

     

    Publicador:

    [(saca el teléfono o tableta)] Mire, este es un video corto que explica cómo son los cursos bíblicos gratuitos que ofrecemos. Se llama “Cómo son nuestros cursos bíblicos”.

    (lo muestra o lo resume brevemente)

    Como ve, el curso le ayuda a encontrar respuestas claras de la Biblia a preguntas importantes como: “¿Por qué hay tanto sufrimiento?” o “¿Qué propósito tiene la vida?”.

     

    Persona:

    Ah, parece interesante.

     

    Publicador:

    Sí, muchas personas nos dicen que les ha ayudado a conocer mejor a Dios y sentirse más tranquilos.

    Si le parece, podríamos ver una de las lecciones para que vea cómo es. No hay ningún compromiso, solo se trata de conocer lo que la Biblia enseña de forma sencilla.

     

    Persona:

    Podría ser, sí, me gustaría ver cómo es una lección.

     

    Publicador:

    Excelente. La próxima vez podríamos repasar juntos una parte de esta lección: “Como puede ayudarle la biblia ”. Así puede ver cómo se desarrolla el curso. ¿Le parece bien si paso otro día a esta hora?

     

    Persona:

    Sí, está bien.

     

    Publicador:

    Perfecto, entonces paso otro día. ¡Muchas gracias por su tiempo!

     

     

    5. Haga revisitas

    (4 minutos.) PREDICACIÓN INFORMAL. La vez pasada la persona le contó que hacía poco se le había muerto un ser querido (lmd lección 9 punto 3. Escuche con atención. Deje que la persona hable y no la interrumpa. Si tiene alguna objeción o le expresa sus sentimientos y preocupaciones, no la ignore. Si le presta atención, la persona verá que a usted realmente le interesa lo que ella piensa. ).

    [Escena: El publicador sube al bus, ve a la persona conocida y se sienta cerca.]

     

    Publicador:

    ¡Hola! Qué coincidencia volver a encontrarla. ¿Cómo ha estado desde la última vez que conversamos?

     

    Persona:

    Hola… pues, ahí voy, la verdad. Todavía me cuesta aceptar lo que pasó con mi familiar.

     

    Publicador:

    Sí, me imagino que debe ser muy difícil. (pausa breve) A veces las palabras no alcanzan para describir ese vacío, ¿verdad?

    (muestra empatía, tono suave)

     

    Persona:

    Sí… a veces me siento bien, pero hay momentos en que me pongo muy triste. Me cuesta entender por qué tenía que pasar eso.

     

    Publicador:

    Entiendo perfectamente. Es normal sentirse así. Perder a alguien que uno ama deja un dolor muy profundo.

    Gracias por confiar en contarme eso.

    ¿Sabe? La Biblia muestra que Dios también entiende ese dolor. En Juan 11:35, por ejemplo, dice que Jesús lloró cuando vio a otros sufriendo por la muerte de un ser querido.

     

    Persona:

    No sabía que Jesús había llorado. Eso muestra que de verdad entendía el dolor de los demás.

     

    Publicador:

    Exacto. Y eso nos enseña algo muy bonito: si Jesús —que reflejaba la forma de pensar de Dios— sintió tristeza, podemos estar seguros de que Jehová también comprende cómo se siente usted.

    Por eso, Él promete que pronto acabará con la muerte y el dolor. En Apocalipsis 21:4 dice que “la muerte ya no existirá”.

     

    Persona:

    Eso suena muy bonito. Ojalá fuera verdad.

     

    Publicador:

    Sí, y lo mejor es que Jehová siempre cumple lo que promete.

    Si usted quiere, la próxima vez podría mostrarle un video muy breve titulado “¿Qué esperanza hay para los muertos?”. Explica con la Biblia cómo Dios va a devolver la vida a quienes han muerto.

    Creo que le daría mucho consuelo. ¿Le gustaría verlo en otra ocasión?

     

    Persona:

    Sí, me gustaría verlo. A veces necesito algo que me dé esperanza.

     

    Publicador:

    Claro que sí. Me alegra escuchar eso. Espero volver a encontrarla pronto. Mientras tanto, recuerde que a Jehová le importa mucho su dolor. Él promete consolar a los que están sufriendo.

     

    Persona:

    Gracias por sus palabras, de verdad me han hecho sentir mejor.

     

    Publicador:

    Me alegra. Cuídese mucho, y que tenga un buen día.

    🎯 Puntos clave de la lección 9 punto 3 aplicados:

     

    Escuchar con atención: el publicador deja que la persona hable sin interrumpirla.

     

    Mostrar empatía genuina: responde con comprensión y respeto.

     

    Usar un texto bíblico apropiado: Juan 11:35 y Apocalipsis 21:4.

     

    Ofrecer una ayuda adicional: mencionar un video que refuerce la esperanza.

     

    No presionar: deja abierta la puerta para un futuro contacto.

     

    6. Discurso

    (5 minutos.) lmd apéndice A punto 13. Título: Dios quiere ayudarnos.   

    Dios quiere ayudarnos (Sal. 46:1; 145:18, 19)

     (th lección 20 Use sus comentarios finales para motivar a los oyentes a aceptar lo que han aprendido y a ponerlo en práctica. ).

     

    Tema: Dios quiere ayudarnos

     

    Introducción:

    Vivimos en un mundo lleno de problemas. Muchas personas se sienten solas, sin saber a quién acudir cuando están angustiadas.

    Pero la Biblia nos asegura algo muy reconfortante: Dios no está lejos, y desea ayudarnos.

     

    Leamos Salmo 46:1, que dice:

     

    “Dios es nuestro refugio y fuerza, una ayuda que siempre se puede encontrar cuando hay angustia.”

     

    Estas palabras nos muestran que Jehová no solo puede ayudarnos, sino que quiere hacerlo. Pero, ¿cómo demuestra Dios que desea ayudarnos?

     

    1. Dios nos ayuda dándonos fuerzas y paz interior

     

    Cuando enfrentamos problemas, Jehová puede fortalecer nuestro corazón.

    En Filipenses 4:6, 7 se nos anima a orar con confianza, y se nos promete que la paz de Dios “supera todo pensamiento”.

    Eso significa que, aunque las circunstancias no cambien de inmediato, Jehová puede darnos calma, claridad y fuerzas para seguir adelante.

    Muchos hermanos han sentido esa ayuda en momentos de pérdida, enfermedad o ansiedad.

     

    2. Dios nos ayuda escuchando nuestras oraciones

     

    Veamos Salmo 145:18, 19:

     

    “Jehová está cerca de todos los que lo llaman con sinceridad. Cumple los deseos de los que le temen; escucha su clamor de auxilio y los salva.”

     

    Jehová no es indiferente a nuestros sentimientos. Cuando oramos desde el corazón, Él nos escucha, nos comprende y actúa en el momento adecuado.

    A veces su ayuda llega mediante una respuesta clara, un pensamiento consolador que recordamos de la Biblia, o el apoyo de un hermano amoroso.

    Todo eso es una muestra de que Jehová está pendiente de nosotros.

     

    3. Dios nos ayuda por medio de su Palabra y su organización

     

    Jehová también nos guía y consuela mediante su Palabra, la Biblia.

    Cada vez que la leemos o asistimos a las reuniones, recibimos consejos prácticos que nos fortalecen.

    Además, Jehová usa su organización y a los hermanos para darnos apoyo espiritual y emocional.

    Como dice Proverbios 17:17, “un amigo verdadero ama en todo momento”.

    Así demuestra Dios su amor: nos rodea de personas que reflejan su cariño y su cuidado.

     

    Conclusión (motivadora):

     

    Queridos amigos, Jehová no es un Dios distante ni indiferente.

    Él es nuestro refugio, nuestra fuerza y nuestra ayuda constante.

    Cada vez que acudimos a Él con fe, Él responde, nos consuela y nos guía.

     

    Así que pongamos en práctica lo que hemos aprendido:

     

    Acerquémonos a Jehová en oración.

     

    Busquemos su guía en la Biblia.

     

    Confiemos en que Él sí quiere ayudarnos y sí puede hacerlo.

     

    Si lo hacemos, sentiremos lo que dice Salmo 46:1:

     

    “Dios es nuestro refugio y fuerza.”

     

    Con esa confianza, podremos afrontar cualquier dificultad, sabiendo que nuestro amoroso Dios siempre está dispuesto a ayudarnos.






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