BUSQUEMOS PERLAS: DEL 30 DE SEPTIEMBRE AL 06 DE OCTUBRE 2024

 

BUSQUEMOS PERLAS: DEL 30 DE SEPTIEMBRE AL 06 DE OCTUBRE 2024 



Sl 91:11. ¿Qué punto de vista equilibrado debemos tener sobre la ayuda que los ángeles nos dan? (wp17.5 5).

Bueno, debemos tener un enfoque equilibrado, es decir, confiar en Dios como nuestra principal fuente de protección, ser responsables en nuestras acciones, reconocer la posible ayuda de los ángeles y mantener una actitud de gratitud.

 

Si, y aunque los ángeles son invisibles y no siempre podemos ver su intervención, podemos reconocer que Dios puede usarlos para ayudarnos en momentos de necesidad. Esto nos anima a estar atentos a las formas en que Dios puede estar trabajando en nuestras vidas.

 

Pero, no debemos pensar que los ángeles son responsables de nuestra seguridad en todo momento. Es importante actuar con sensatez y no asumir riesgos innecesarios, creyendo que siempre estaremos protegidos por ellos.

 

¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?

Podemos usar el Salmos 90:3 en la predicación, por ejemplo, al mencionar que Dios hace que el hombre vuelva al polvo, podemos enfatizar que la muerte es un retorno a un estado de inactividad, pero que hay esperanza en la resurrección. Podemos hablar sobre la promesa de que Dios tiene un plan para la humanidad, que incluye la resurrección de los muertos y la posibilidad de vivir de nuevo en un mundo sin sufrimiento. Esto puede brindar consuelo y esperanza a quienes se enfrentan a la pérdida de seres queridos o que tienen miedo de la muerte.

 

 El Salmo 90:4 nos enseña que Jehová es eterno y que su percepción del tiempo es muy diferente a la nuestra. Para Dios, mil años son como un instante, lo que resalta su inmensidad y su soberanía sobre la creación. Esto nos recuerda que, aunque nosotros vivimos en un tiempo limitado y a menudo nos sentimos apresurados, Dios tiene un plan eterno y perfecto. Su perspectiva nos invita a confiar en su sabiduría y en su control sobre nuestras vidas, incluso cuando no entendemos completamente sus tiempos.

 

El Salmo 90:8 nos enseña que Dios es consciente de nuestros pecados y faltas. Nos recuerda que nada está oculto ante Él, y que nuestras acciones y pensamientos son conocidos por su mirada justa y santa. Esto nos invita a reflexionar sobre la importancia de la sinceridad y el arrepentimiento en nuestra relación con Dios. Al reconocer nuestras iniquidades, podemos buscar su perdón y restauración, lo que nos lleva a una vida más alineada con sus propósitos y a una mayor intimidad con Él.

 

El Salmo 90:10 nos enseña sobre la brevedad y fragilidad de la vida humana. Nos recuerda que, aunque podemos vivir hasta ochenta años, nuestra existencia es efímera y está llena de desafíos. Esta realidad nos invita a valorar cada día y a vivir con propósito, enfocándonos en lo que realmente importa, como nuestra relación con Jehová y el amor al prójimo. Además, nos anima a buscar la sabiduría divina para aprovechar al máximo el tiempo que tenemos.

 

 El Salmo 90:12 nos enseña la importancia de pedirle sabiduría a Jehová para vivir de manera consciente y significativa. Al reconocer la brevedad de nuestra vida, se nos insta a valorar cada día y a utilizar nuestro tiempo de manera sabia. Pedir sabiduría a Dios nos ayuda a discernir lo que es verdaderamente importante, a tomar decisiones que honren su voluntad y a vivir con un propósito que trascienda lo temporal. Esto nos lleva a una vida más plena y alineada con los principios divinos, fomentando un corazón que busca agradar a Dios en cada acción.

 

 El Salmo 90:14 nos enseña que la verdadera felicidad radica en experimentar la misericordia y el amor de Dios en nuestras vidas. Al pedir que Dios nos sacie con su bondad, se nos recuerda que la satisfacción y el gozo genuino provienen de una relación cercana con Él. La felicidad no se encuentra en las circunstancias externas o en los placeres temporales, sino en la plenitud que solo su misericordia puede ofrecer. Al reconocer y agradecer su amor diario, podemos vivir con alegría y gratitud, independientemente de las situaciones que enfrentemos.

 

    El Salmo 91:1-4 nos enseña sobre la seguridad y protección que encontramos en Dios. Al tener una relación cercana con él, experimentamos su refugio y cuidado constante. La imagen de ser cubiertos por sus alas simboliza la ternura y la protección divina, recordándonos que, al confiar en Él, somos resguardados de peligros y adversidades. Este salmo nos invita a desarrollar una relación íntima con Dios, donde podemos encontrar consuelo y fortaleza en tiempos de dificultad.

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