NUESTRA VIDA RISTIANAN DEL 14 AL 20 DE ABRIL
7. ¿Somos privilegiados por tener privilegios?
¿Qué idea transmite la palabra privilegio?
La idea que transmite la palabra privilegio, desde el punto
de vista bíblico y cristiano, no es la de un derecho especial ni la de
pertenecer a una clase superior, como podría entenderse en algunos idiomas o
culturas. Más bien, transmite la idea de una oportunidad para servir con
humildad.
Tal como se explicó en La Atalaya de septiembre de 2019,
Jehová valora a los siervos humildes, y no otorga responsabilidades en la
congregación porque alguien sea más importante, tenga más dinero, o venga de
cierta familia. Por eso, cuando se recibe una responsabilidad, no debe
interpretarse como un reconocimiento personal o como un "derecho",
sino como una oportunidad que Jehová da para servirlo de una manera distinta.
Un buen ejemplo de cómo puede malinterpretarse esta palabra
se encuentra en el idioma japonés, donde el término usado comúnmente para
"privilegio" es tokken, que literalmente significa “derecho
especial”. Al traducir La Atalaya al japonés, se evitó usar esa palabra literal
y, en su lugar, se usó una expresión que significa “oportunidad de servir”, que
es el verdadero significado detrás del “privilegio” en el sentido cristiano.
¿Cómo deben verse a sí mismos quienes tienen
responsabilidades o privilegios en la congregación?
Quienes tienen responsabilidades en la congregación deben
verse como siervos humildes, no como personas con un derecho especial. Por
ejemplo, Elisabet no pensó que María reclamaba un privilegio, sino que vio su
visita como una bendición de Jehová (Luc. 1:43). El rey David pidió con
humildad el honor de construirle una morada a Dios, no lo exigió (Hech. 7:46).
Y en 2 Corintios 8:4, se menciona que algunos hermanos rogaban por el honor de
servir a otros, no porque lo merecieran, sino porque lo veían como una
oportunidad. Así también nosotros, al recibir una responsabilidad, debemos
recordar lo que dice Lucas 17:10: solo estamos haciendo lo que debemos hacer,
sin buscar reconocimiento.
Cuando recibimos un privilegio en la congregación, no
debemos pensar que somos especiales o que merecemos más respeto o atención. Más
bien, debemos imitar el ejemplo de siervos fieles en la Biblia y ver cada
responsabilidad como una valiosa oportunidad de servir a Jehová con humildad y
gratitud.
¿Por qué es más importante servir a los demás que tener un
puesto de responsabilidad?
Porque hay muchas oportunidades de servir a los hermanos sin
necesidad de tener un privilegio. Jesús dejó claro que lo importante no es
tener un puesto, sino servir. Cuando la madre de Santiago y Juan le pidió a
Jesús que sus hijos tuvieran un lugar especial en su Reino, él respondió que
los gobernantes de las naciones dominan al pueblo, pero que entre sus
seguidores no debe ser así. Más bien, dijo que el que quiera ser grande debe
hacerse siervo de los demás (Mat. 20:25-27).
Esto nos enseña que en vez de desear un puesto importante o
autoridad, debemos esforzarnos por servir a los demás como humildes esclavos.
Incluso en 1 Timoteo 3:1, donde se habla de desear el puesto de
superintendente, no se presenta como una meta para obtener estatus, sino como
un deseo de hacer una "obra buena", es decir, un servicio a favor de
los demás.
Por eso, servir con humildad es más importante que tener un
cargo. Hay muchas formas de ayudar a nuestros hermanos sin tener un
"privilegio" asignado. Lo que realmente valora Jehová es un corazón
dispuesto a servir, no el título que tengamos.