Busquemos perlas escondidas de proverbios 3
Proverbios 3:3. ¿Cómo podemos atarnos al cuello el amor leal
y la fidelidad, y escribirlos en nuestro corazón?
Respuesta: Podemos atarnos al cuello el amor leal y la
fidelidad cuando los valoramos y nos sentimos orgullosos de demostrarlos, como
si fueran un collar precioso que siempre llevamos puesto. Además, al
escribirlos en nuestro corazón, hacemos que formen parte de nuestra manera de
ser, guiando nuestras acciones y decisiones cada día.
¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica
de esta semana?
La lección de Proverbios 3:1 es que los seres humanos tendemos
a olvidar fácilmente las cosas importantes, como le sucedió a los israelitas,
quienes olvidaban los milagros de Jehová y terminaban desobedeciéndolo. Para
que no nos pase lo mismo, debemos recordarnos constantemente cómo Jehová nos ha
ayudado, fortaleciendo así nuestra fe y nuestra obediencia a Él.
La lección de Proverbios 3:2 es que, aunque nuestra
principal motivación para obedecer a Jehová debe ser el amor, también es
reconfortante saber que nuestra obediencia nunca es en vano. Jehová nos promete
que si seguimos sus principios, disfrutaremos de muchos beneficios, entre ellos
una vida llena de paz y satisfacción. Aunque no significa que nunca
enfrentaremos dificultades, su guía nos ayudará a tomar decisiones sabias que
contribuirán a nuestra felicidad y bienestar. Además, nos dará la tranquilidad
de saber que estamos en armonía con su voluntad, lo que nos traerá una paz
interior que el mundo no puede ofrecer.
La lección de Proverbios 3:5 es que no debemos confiar en
nuestro propio entendimiento, pues este puede ser limitado o engañoso. A veces,
al observar el aparente éxito de otras personas que no siguen los principios de
Jehová, podríamos sentir la tentación de imitar su camino. Sin embargo, este
proverbio nos recuerda que lo mejor es confiar plenamente en Jehová y en su
guía, ya que solo Él sabe qué es realmente beneficioso para nosotros a largo
plazo. Al depender de su sabiduría en lugar de nuestras propias ideas, evitaremos
tomar decisiones que puedan alejarnos de su bendición y protección.
La lección de Proverbios 3:6 es que, aunque somos nosotros
quienes tomamos decisiones en nuestra vida, siempre debemos tener en cuenta
cómo estas afectarán nuestra adoración a Jehová. Antes de actuar, es importante
reflexionar si lo que planeamos hacer nos acercará más a Él o, por el
contrario, podría debilitarnos espiritualmente. Cuando ponemos a Jehová en
primer lugar y confiamos en su dirección, Él nos guiará por el mejor camino,
evitando que tomemos decisiones que puedan perjudicar nuestra relación con Él.
La lección de Proverbios 3:9 es que podemos honrar a Jehová
dándole lo mejor de lo que tenemos, ya que todo proviene de Él. Esto incluye
nuestras posesiones materiales, pero también nuestro tiempo, energía y
habilidades. Una manera especial de hacerlo es usando nuestros recursos para
apoyar la predicación del mensaje del Reino y la obra de Jehová en general.
Cuando reconocemos que todo lo que poseemos es gracias a Él y lo usamos para su
honra, demostramos gratitud y fortalecemos nuestra relación con Él.
La lección de Proverbios 3:11-12 es que, aunque la
corrección que recibimos por un error puede parecernos dura, no debemos
desanimarnos ni alejarnos de la congregación. En lugar de verlo como un
castigo, debemos recordarnos que Jehová nos corrige porque nos ama, tal como un
padre amoroso disciplina a su hijo para su bienestar. Su corrección es una
muestra de su interés en nosotros y de su deseo de que sigamos en el camino
correcto. Por eso, en lugar de apartarnos, debemos acercarnos más a Él,
confiando en que todo lo que hace es para nuestro bien.
La lección de Proverbios 3:14 es que la sabiduría que
proviene de Jehová tiene un valor mucho mayor que cualquier riqueza material
que el mundo pueda ofrecer. Aunque el dinero puede brindar comodidad temporal,
la sabiduría divina nos guía a tomar decisiones correctas, nos protege de
problemas y nos ayuda a tener una vida plena y con propósito. Además, mientras
las riquezas pueden perderse o desvanecerse, la sabiduría de Jehová nos
garantiza bendiciones duraderas, incluyendo su aprobación y la esperanza de
vida eterna.
Proverbios 3:18-19 es un buen texto para razonar con quienes
no creen en Dios, ya que muestra que el universo no es producto del azar, sino
de una mente inteligente y poderosa. Jehová usó su sabiduría para establecer el
orden en la creación, asegurando que todo funcione de manera armoniosa. Por
ejemplo, las leyes naturales, como la gravedad, mantienen el equilibrio del
planeta, evitando que los mares floten o que la Tierra salga de su órbita. Si
todo hubiera surgido por casualidad, no existiría esta precisión. Este pasaje
nos recuerda que la existencia de leyes que rigen el universo es una clara
evidencia de que hay un Creador sabio y amoroso detrás de todo.
La lección de Proverbios 3:27 es que siempre debemos hacer
el bien a nuestro prójimo, y una de las mejores maneras de hacerlo es compartir
con ellos las buenas nuevas sobre el propósito de Jehová para el futuro. Al
enseñarles sobre su plan para la humanidad, no solo les brindamos esperanza,
sino que les damos la oportunidad de ser parte de ese propósito divino. De esta
manera, no solo estamos ayudando a nuestros vecinos de forma tangible, sino
también ofreciéndoles una oportunidad para que se acerquen a Jehová y reciban
sus bendiciones.
La lección de Proverbios 3:29 nos recuerda la importancia de
ser cuidadosos con nuestras palabras, especialmente cuando hablamos de nuestros
hermanos en la congregación. Ellos se sienten felices y fortalecidos al estar
cerca de nosotros, por lo que es esencial que nuestras expresiones no los
hieran ni causen daño. A veces, sin darnos cuenta, una palabra mal dicha puede
lastimar a alguien y afectar la unidad. Por eso, debemos ser conscientes de
cómo nos expresamos, buscando siempre edificar a los demás y fomentar un
ambiente de amor y respeto en la congregación.
La lección de Proverbios 3:32 nos enseña que debemos seguir
el ejemplo de Jehová al elegir nuestras compañías. Él detesta a las personas
que llevan una vida doble, que actúan de una manera y piensan o sienten de
otra. Al igual que Jehová, debemos ser selectivos con quienes nos rodeamos,
buscando relaciones que nos ayuden a mantener nuestra integridad y fidelidad a
Él. Elegir bien nuestras amistades nos ayuda a mantenernos firmes en nuestros
principios y a evitar influencias negativas que puedan apartarnos del camino
recto.