Tesoros de la biblia
Se acuerda de que somos polvo”
En un sentido literal, somos polvo. Génesis 2:7 nos relata
que “Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en
sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.” Este relato
sencillo concuerda con la realidad científica: todos los elementos que componen
el cuerpo humano se encuentran en el polvo del suelo. Aunque los porcentajes
exactos de elementos como oxígeno, carbono, hidrógeno, y otros pueden variar,
lo cierto es que somos polvo, creados con los mismos elementos que componen la
Tierra.
Sin embargo, tras la desobediencia de Adán y Eva, las
limitaciones de nuestra naturaleza adquirieron un nuevo significado. David, en
el Salmo 103:14, reconoce que Jehová “se acuerda de que somos polvo,”
destacando la compasión de Dios hacia nuestras debilidades. Las imperfecciones
que heredamos pueden generar desafíos,
Jehová también sabe que, al ser imperfectos, no siempre
lograremos hacer las cosas bien. Pero en lugar de juzgarnos con dureza, nos
trata con compasión, entendiendo nuestras debilidades. En este discurso,
exploraremos cómo Jehová, al recordarse de nuestra naturaleza frágil, muestra
su misericordia, su paciencia, y su amor, dándonos siempre la oportunidad de
corregirnos y seguir adelante a su lado.
Jehová es compasivo y razonable:
El Salmo 103:8 nos dice… Una de las formas en que Jehová demuestra su
compasión y razonabilidad es siendo flexible y paciente. Por ejemplo,
recordemos lo que ocurrió con Lot cuando Jehová estaba a punto de destruir
Sodoma. Lot tenía miedo de huir a las montañas, así que rogó que se le
permitiera ir a una pequeña ciudad llamada Zóar, que también iba a ser
destruida. Jehová, en su compasión, aceptó la petición de Lot, aunque eso
significara cambiar sus planes para Zóar. Este es un hermoso ejemplo de cómo
Jehová no es rígido, sino que ajusta sus expectativas y decisiones cuando es
necesario.
Otro ejemplo se encuentra en la historia de Nínive. A través
de Jonás, Jehová anunció la destrucción de esta ciudad debido a su maldad, pero
cuando los habitantes de Nínive se arrepintieron, Jehová tuvo compasión y no
los destruyó Aquí vemos cómo Jehová muestra misericordia cuando las personas
hacen un esfuerzo sincero por cambiar.
Cuando cometemos errores, Jehová no nos da por perdidos:
Es reconfortante saber que cuando cometemos errores, Jehová
no nos da por perdidos leamos lo que dice Salmo 103:9, 10.... Un ejemplo claro
es la vida de Sansón. Aunque sufrió las consecuencias de sus errores, no dejó
de esforzarse por cumplir la voluntad de Jehová. Sansón fue utilizado por Dios
hasta el final de su vida, lo que nos enseña que, a pesar de nuestras
equivocaciones, podemos seguir siendo útiles para Jehová si mostramos
arrepentimiento y seguimos buscando Su guía.
Imaginemos a un hermano que se siente devastado después de
cometer un error. Quizás se siente desanimado y se pregunta si alguna vez
volverá a tener la misma relación con Jehová. Pero al igual que Sansón, él no
debería rendirse. Quizás este hermano hable con los ancianos, medite en lo que
lee en su tableta, y escuche con atención en las reuniones. Con el tiempo,
puede volver a ser útil en la congregación.
Ejemplo de Michael:
Veamos el caso de Michael, un joven siervo ministerial que
también era precursor regular. Tristemente, cometió un error y perdió sus
privilegios en la congregación. Michael expresó que aunque sabía que Jehová no
lo abandonaría, se preguntaba si alguna vez podría recuperar su amistad con Él
y sus responsabilidades en la congregación.
Afortunadamente, Michael no se rindió. Se concentró en
fortalecer su relación con Jehová mediante la oración, el estudio y la
meditación. Con el tiempo, recuperó sus privilegios y ahora sirve como anciano
y precursor regular. Esta experiencia le enseñó que Jehová puede perdonar a
cualquier persona que esté sinceramente arrepentida. Al igual que Michael,
nosotros también podemos estar seguros de que, aunque cometamos errores, Jehová
sigue queriéndonos y usándonos en Su servicio.
Jehová no nos pide más de lo que podemos dar:
Jehová sabe que somos polvo. Él no nos pide más de lo que
podemos dar Salmo 103:14... Si estamos tratando de alcanzar una meta y no lo
logramos, no debemos desanimarnos. A veces, alcanzar una meta lleva tiempo y
esfuerzo. El simple hecho de que no nos hayamos rendido ya es una muestra de
que valoramos nuestra relación con Jehová.
Imaginemos que estamos trabajando para lograr una meta
espiritual, pero parece difícil de alcanzar. Lo primero que debemos hacer es
asegurarnos de que esa meta sea realista. Si lo es, ¿qué pasos podemos tomar
para alcanzarla? Recordemos que Jehová no nos exige lo imposible; lo que quiere
es que sigamos esforzándonos y haciendo lo mejor que podamos.
Al reflexionar en la compasión y razonabilidad de Jehová, es
importante que sigamos su ejemplo en nuestras relaciones. Jehová es paciente y
se acuerda de nuestras limitaciones, tratándonos con misericordia. De la misma
manera, nosotros debemos esforzarnos por ser razonables y comprensivos,
especialmente con quienes más amamos.
Un esposo que escucha atentamente a su esposa mientras ella
le expresa sus sentimientos refleja la misma actitud que Jehová tiene hacia
nosotros: atención, comprensión y empatía. Preguntémonos: “¿Se refleja en mi
trato hacia mi cónyuge que soy razonable como Jehová lo es conmigo?” Si
tratamos a nuestros seres queridos con la misma compasión que Él, demostraremos
en nuestra vida diaria el amor y la paciencia que caracterizan a nuestro Dios.