SEAMOS MEJORES MAESTROS del 14 al 20 de octubre
4. Sentido de compromiso: Lo que hizo Jesús
(7 mins.) Análisis con el auditorio. Ponga el VIDEO y luego
analice el folleto Una obra de amor lección 10 puntos 1, 2.
Lo que hizo Jesús
Jesús y Nicodemo hablan en un patio por la noche.
VIDEO: Jesús le enseña a Nicodemo
1. Vea el VIDEO o lea Juan 3:1, 2. Luego analice las
siguientes preguntas:
¿Cuál pudo ser la razón por la que Nicodemo se acercó a
Jesús de noche? (Vea Juan 12:42, 43).
Nicodemo se acercó a Jesús de noche, probablemente porque
aún no estaba listo para declarar abiertamente su interés en las enseñanzas de
Jesús debido al temor de las repercusiones sociales y religiosas. Juan 12:42,
43 menciona que algunos gobernantes judíos creían en Jesús, pero no lo confesaban
abiertamente porque temían ser expulsados de la sinagoga. Ellos preferían la
"gloria de los hombres" en lugar de la "gloria de Dios."
Nicodemo, siendo un fariseo y miembro del Sanedrín,
probablemente temía ser rechazado por sus colegas, quienes estaban en contra de
Jesús. Acercarse de noche le permitía buscar la verdad y aprender de Jesús sin
comprometer su estatus social o religioso. Esto muestra que su compromiso
inicial con Jesús fue discreto, pero con el tiempo, su fe creció, ya que más
adelante defendió a Jesús ante los fariseos y ayudó con su entierro
¿Cómo demostró Jesús que estaba comprometido con la obra
de hacer discípulos?
Nicodemo, siendo un fariseo y líder judío, se acercó a Jesús
de noche, posiblemente por temor a ser visto en público. Jesús, sin importar la
hora o las circunstancias, no rechazó a Nicodemo. En lugar de hacerlo, lo
recibió y dedicó tiempo para enseñarle importantes verdades espirituales Esto muestra que Jesús estaba comprometido en
aprovechar cada oportunidad para instruir, sin importar los riesgos o
inconvenientes personales.
Nicodemo era un fariseo, parte de un grupo que en su mayoría
estaba en oposición a Jesús. Aun así, Jesús lo recibió y le enseñó. Este
ejemplo muestra que Jesús estaba comprometido a hacer discípulos sin
prejuicios, predicando a toda clase de personas, incluso a aquellos que
pertenecían a grupos que generalmente lo rechazaban.
el encuentro de Jesús con Nicodemo refleja su profundo
compromiso con la obra de hacer discípulos. Jesús aprovechó cada oportunidad
para enseñar, mostró paciencia y empatía, y no se limitó por las barreras
sociales o religiosas. Esto demuestra que su dedicación no era solo hacia las
multitudes, sino también hacia las personas que buscaban la verdad en privado.
¿Qué aprendemos del ejemplo de Jesús?
2. Como amamos a las personas, sentimos que es nuestra
responsabilidad ayudarlas a hacerse discípulos.
Disponibilidad y empatía:
Jesús estaba siempre dispuesto a ayudar a las personas, como lo demostró con
Nicodemo. No imponía barreras ni restricciones basadas en el tiempo o las
circunstancias. Esto nos enseña a estar dispuestos a hablar con las personas en
cualquier situación y adaptar nuestra forma de enseñar según sus necesidades.
Paciencia y comprensión: A lo
largo de sus interacciones, Jesús mostró paciencia con quienes no entendían de
inmediato sus enseñanzas. Nos enseña que, al ayudar a otros, debemos tener
paciencia, sabiendo que su comprensión y progreso pueden ser graduales.
Sin prejuicios: Jesús no
discriminaba a las personas por su trasfondo o posición social. Esto nos
recuerda que todos son merecedores de escuchar el mensaje, sin importar su
estatus o sus ideas previas.
Enfoque a largo plazo: Jesús
sabía que el fruto de su enseñanza no siempre sería inmediato, pero aun así
sembró la semilla de la verdad, confiando en que con el tiempo podría crecer.
Esto nos enseña a no desanimarnos si no vemos resultados inmediatos.
Ver su potencial espiritual:
Al igual que Jesús vio potencial en Nicodemo, el amor por las personas nos hace
ver más allá de su situación actual. Entendemos que, aunque ahora puedan tener
dudas o temores, pueden llegar a ser fieles discípulos si los guiamos con amor
y paciencia.
Actuar con empatía: El amor
nos impulsa a ponernos en el lugar de los demás, comprender sus luchas y
ofrecerles ayuda en el momento y de la manera que más lo necesiten. Al hacerlo,
seguimos el ejemplo de Jesús, que se preocupaba por las necesidades
individuales de las personas.
Guiar con paciencia y
perseverancia: El amor nos lleva a ser perseverantes en nuestra labor de hacer
discípulos, sabiendo que no todas las personas reaccionan o comprenden de
inmediato. Pero confiamos en que, con tiempo y dedicación, nuestra enseñanza y
ejemplo pueden tener un impacto positivo en sus vidas.
Responsabilidad espiritual:
Si de verdad amamos a las personas, sentimos que ayudarles a encontrar la
verdad y hacerse discípulos es una parte esencial de nuestro servicio a Dios.
Es una forma de mostrarles el mayor acto de amor, que es acercarlas a la fuente
de vida eterna.
5. Sentido de compromiso: Imite a Jesús
(8 mins.) Análisis con el auditorio basado en el folleto Una
obra de amor lección 10 puntos 3-5 y “Vea también”.
Imite a Jesús
3. Dirija el curso bíblico a la hora y en el lugar que le
convengan a su estudiante. ¿Prefiere él algún día o alguna hora en especial?
¿Dónde se sentirá más cómodo: en su lugar de trabajo, en su casa, o en un lugar
público? Siempre que sea posible, adapte su horario al de su estudiante.
Demuestra consideración y empatía:
Adaptarse al horario y preferencias del estudiante refleja que realmente te
importa su bienestar y su comodidad. Esto genera confianza y un ambiente más
relajado para el aprendizaje. Cuando el estudiante percibe que sus necesidades
y circunstancias son respetadas, es más probable que se sienta motivado y
comprometido con el curso.
Crea un ambiente cómodo para el
aprendizaje: Cada persona se siente cómoda en distintos entornos. Algunos
prefieren estudiar en su hogar porque es un ambiente familiar y privado,
mientras que otros pueden optar por hacerlo en un lugar público o en su
trabajo. Al ofrecer opciones, se le permite al estudiante escoger el entorno en
el que se sienta más seguro, relajado y dispuesto a concentrarse en la
enseñanza bíblica.
Fortalece la relación
maestro-estudiante: Cuando el maestro se muestra flexible y dispuesto a
adaptarse, se fortalece la relación personal entre ambos. El estudiante se
siente valorado, lo que puede contribuir a que se sienta más cómodo haciendo
preguntas y abriéndose sobre sus inquietudes espirituales.
Facilita la continuidad del
estudio: Al escoger un horario que le sea conveniente al estudiante, es más
probable que pueda continuar asistiendo de manera regular. Si los tiempos del
estudio no se ajustan a su rutina, puede ser difícil para él asistir con
regularidad o prestar la atención necesaria, lo que afecta su progreso
espiritual.
Refleja el ejemplo de Jesús:
Jesús adaptaba su enseñanza a las necesidades y circunstancias de las personas.
A veces predicaba en la sinagoga, otras en las casas, y en muchas ocasiones al
aire libre. Este enfoque flexible y centrado en las personas hacía que su
mensaje llegara a muchos. Al seguir este ejemplo, demostramos la misma
disposición y amor por quienes enseñamos.
Fortalece la relación
maestro-estudiante: Cuando el maestro se muestra flexible y dispuesto a
adaptarse, se fortalece la relación personal entre ambos. El estudiante se
siente valorado, lo que puede contribuir a que se sienta más cómodo haciendo
preguntas y abriéndose sobre sus inquietudes espirituales.
4. Asegúrese de que su estudiante no se pierda las clases.
Si usted no va a estar, no cancele la clase. ¿Ha pensado en estas opciones?
Dirigir el curso en otro momento de la semana.
Estudiar por teléfono o videoconferencia.
Pedirle a otro publicador que dirija el curso.
Mantiene el interés y la rutina
del estudiante: La regularidad es clave para que el estudiante mantenga su
interés y compromiso con el curso. Si se interrumpen las clases o se posponen
con frecuencia, el estudiante puede perder el ritmo, lo que podría afectar su
motivación y su progreso espiritual.
Flexibilidad ante las
circunstancias: Ofrecer opciones como reprogramar la clase en otro momento,
estudiar por teléfono o videoconferencia, o incluso pedir a otro publicador que
lo sustituya, asegura que no se pierda el progreso. Esta flexibilidad muestra
que el maestro está dispuesto a encontrar soluciones para mantener la enseñanza
constante, adaptándose a las circunstancias del estudiante y del maestro.
Refuerza el compromiso del
maestro: Al buscar soluciones en lugar de cancelar, el maestro demuestra un
nivel alto de compromiso con el estudiante y con la obra de hacer discípulos.
Este ejemplo de dedicación puede motivar al estudiante a adoptar una actitud
similar hacia su propio crecimiento espiritual.
Refleja
el valor que damos al curso: Al no cancelar la clase, incluso si surgen
imprevistos, se demuestra que el curso bíblico es una prioridad. Esto envía el
mensaje de que tanto el maestro como el estudiante valoran el estudio y que el
compromiso mutuo es importante.
Evita
interrupciones innecesarias: En lugar de cancelar una clase, estas alternativas
permiten que el estudio continúe, a pesar de los obstáculos que puedan surgir.
Las interrupciones frecuentes o prolongadas pueden hacer que el estudiante
pierda la conexión con las lecciones o la secuencia del estudio, lo que puede
ralentizar su aprendizaje y comprensión.
Facilita
la colaboración en la congregación: Si se pide a otro publicador que dirija la
clase en lugar de cancelarla, se promueve la cooperación en la congregación y
se garantiza que el estudiante reciba la enseñanza sin interrupciones. Además,
le permite al estudiante conocer a otros publicadores, lo que refuerza su
integración cristiana.
5. Ore para tener la actitud correcta. Pídale a Jehová que
refuerce el sentido de compromiso que usted tiene hacia su estudiante. Esto es
especialmente importante si la persona no estudia con regularidad o si le
cuesta poner en práctica lo que está aprendiendo (Filip. 2:13). Pídale a Jehová
que lo ayude a concentrarse en las bonitas cualidades de su estudiante. ¡Seguro
que tiene muchas!
Refuerza
nuestra motivación y paciencia: Enseñar a alguien la Biblia puede ser
desafiante, especialmente cuando el estudiante no estudia con regularidad o le
cuesta poner en práctica lo que aprende. Al orar, pedimos a Jehová que nos
ayude a mantener una actitud positiva y a no desanimarnos. Filipenses 2:13 nos
recuerda que es Jehová quien nos da tanto el deseo como la fuerza para llevar a
cabo su voluntad. Esto incluye la paciencia y el compromiso necesarios para
continuar ayudando al estudiante, incluso en momentos difíciles.
Mantiene
nuestra humildad y dependencia de Jehová: Al orar, reconocemos que necesitamos
la ayuda de Jehová para ser maestros efectivos. No confiamos únicamente en
nuestras habilidades o esfuerzos, sino que buscamos la guía divina para cumplir
con la responsabilidad de hacer discípulos. Esto nos mantiene humildes y
conscientes de que es Jehová quien toca los corazones y facilita el crecimiento
espiritual.
Nos ayuda
a ver las cualidades positivas del estudiante: En lugar de enfocarnos en las
dificultades o en la falta de progreso, orar para concentrarnos en las buenas
cualidades del estudiante nos permite verlo desde la perspectiva de Jehová.
Cada persona tiene virtudes y capacidades que pueden florecer con la
orientación adecuada. Ver lo positivo en el estudiante refuerza nuestro amor
por él y nos motiva a seguir ayudándolo.
Fortalece
el vínculo espiritual con el estudiante: Cuando oramos por nuestro estudiante,
creamos un vínculo espiritual más fuerte con él. Nos sentimos más involucrados
en su bienestar, no solo como maestros, sino como personas que genuinamente se
preocupan por su progreso espiritual. Esta actitud amorosa y empática puede
reflejarse en nuestra enseñanza, haciendo que el estudiante se sienta apoyado y
valorado.
VEA TAMBIÉN
Prov. 3:27;
No
retener lo bueno: El versículo nos insta a no negarnos a hacer el bien cuando
tenemos la oportunidad. En el contexto de hacer discípulos, significa que, si
tenemos el conocimiento y los recursos para enseñar a alguien la verdad
bíblica, tenemos la responsabilidad de compartirlo con amor y diligencia. El
compromiso implica aprovechar cada oportunidad para ayudar a los demás a
conocer a Jehová.
Ayudar
cuando esté en nuestro poder hacerlo: Esto resalta la importancia de actuar
cuando está a nuestro alcance ayudar a alguien. En la obra de hacer discípulos,
podemos sentir que a veces el progreso es lento o que la persona no está lista,
pero si está en nuestra capacidad continuar enseñando o apoyando, debemos
hacerlo. Este compromiso con el estudiante demuestra amor y preocupación por su
bienestar espiritual.
Hech. 20:35;
Hacer
discípulos no siempre es fácil, requiere esfuerzo constante, dedicación y, a
veces, paciencia. El ejemplo de Pablo al trabajar duro para ayudar a los demás
nos enseña que el compromiso con esta obra exige dar lo mejor de nosotros
mismos. En la predicación y enseñanza, es necesario invertir tiempo, energía y
recursos para guiar a las personas hacia un entendimiento más profundo de la
verdad bíblica.
Pablo
menciona que parte de ese esfuerzo es ayudar a los débiles, lo cual puede
aplicarse en la obra de hacer discípulos. No todos los estudiantes avanzan al
mismo ritmo; algunos pueden necesitar más apoyo, comprensión y ánimo. El
sentido de compromiso se refleja en nuestra disposición para ayudarles, ya sea
aclarando dudas, animándolos a seguir adelante, o simplemente siendo pacientes
con su progreso. Así, nos comprometemos a ayudarlos espiritualmente sin
importar las dificultades que puedan enfrentar.
2 Cor. 12:15
Pablo
expresa su disposición a gastar todo lo que tiene, tanto en recursos como en
energía, para ayudar a otros. En el contexto de hacer discípulos, esto nos
enseña que el verdadero compromiso implica dar de nosotros mismos
generosamente. Esto incluye tiempo, esfuerzo y, a veces, incluso sacrificios
personales. Cuando estamos comprometidos con la obra de hacer discípulos, no
escatimamos en recursos para ayudar a las personas a conocer mejor a Jehová.
Pablo no
solo estaba dispuesto a dar sus recursos, sino también a desgastarse
completamente. En la obra de hacer discípulos, esto significa que no nos damos
por vencidos fácilmente. Puede que el proceso sea agotador en ocasiones,
especialmente cuando enfrentamos desafíos o cuando el progreso es lento, pero
el compromiso nos impulsa a seguir adelante, aun cuando el trabajo es arduo.
Esta disposición a desgastarse muestra cuánto valoramos el bienestar espiritual
de los demás.