Busquemos perlas escondidas semana del 06 al 12 de mayo 2024
Salmos 36:6. El salmista dijo que la justicia de Jehová es
“como montañas majestuosas” o, según la nota, “como montañas de Dios”. ¿A qué
se refería probablemente?
El pasaje de Salmos 36:6 describe la justicia de Jehová como
"como montañas majestuosas" o "como montañas de Dios". Esta
metáfora sugiere la estabilidad, permanencia y encumbramiento de la justicia
divina. Las montañas son símbolos de firmeza e inmutabilidad, y también
representan algo que está muy por encima de lo terrenal. Por lo tanto, al
comparar la justicia de Jehová con montañas, el salmista probablemente estaba
resaltando su carácter inmutable y elevado, que está por encima de la justicia
humana.
El salmista probablemente se refería a que la justicia de
Dios es inmutable como las montañas " que significa que algo no cambia o
no puede ser alterado con el tiempo o las circunstancias. En el contexto de la
justicia de Jehová descrita en Salmos 36:6, se refiere a que la justicia de
Dios no cambia, permanece constante y fiel a sus principios y está por encima
de las fluctuaciones y debilidades humanas.
El Salmo 36:1, La lección que se extrae de este pasaje es
que cuando permitimos que los pensamientos y deseos pecaminosos ocupen nuestra
mente y corazón, esto nos lleva a la tentación y aleja el temor y la reverencia
hacia Dios. Por lo tanto, es importante identificar y arrancar esos deseos
malvados desde la raíz de nuestro corazón y mente para mantener una relación
correcta con Dios y resistir la tentación.
Salmos 36: 2 Este versículo sugiere que los impíos se
engañan a sí mismos con sus propios ojos, buscando justificar su maldad para no
enfrentarla ni repudiarla. La lección que podemos extraer de este pasaje es que
los pecadores pueden engañarse a sí mismos pensando que pueden disfrutar de sus
deseos sin consecuencias. Sin embargo, la realidad es que todas nuestras
acciones tienen consecuencias, ya sean buenas o malas. No podemos escapar de
las repercusiones de nuestras acciones,
La lección principal del Salmo 36:7 es sobre el amor de Dios
hacia sus siervos. A pesar de nuestra condición pecaminosa, Dios está dispuesto
a acogernos bajo su protección y cuidado amoroso. Esto nos enseña que, incluso
en medio de nuestras debilidades y errores, podemos confiar en el amor
incondicional y la gracia de Dios.
El salmo 36: 7 nos anima a buscar refugio en Dios,
reconociendo su amor leal como un lugar seguro donde podemos encontrar consuelo
y restauración para nuestras almas. Y que podemos recurrir a el cuando nos
encontremos en problemas y dificultades.
El versículo 9 del Salmo 36 nos enseña a ser agradecidos por
la vida que Dios nos ha dado. Reconocemos que con Él está la fuente de la vida,
y esta vida que nos brinda es algo por lo que debemos estar agradecidos. Una
forma de expresar esta gratitud es obedeciendo los mandamientos de Dios. Cuando
vivimos de acuerdo con sus enseñanzas y nos sometemos a su voluntad,
demostramos nuestra gratitud y reconocimiento por el regalo de la vida que Él
nos ha dado.
Salmos 37: 1 La lección aquí es sobre la perspectiva a largo
plazo: aunque los malvados puedan parecer prosperar temporalmente, su destino
final será la destrucción. Por lo tanto, en lugar de envidiar su éxito
momentáneo, debemos confiar en Dios y perseverar en su camino de rectitud,
sabiendo que al final prevalecerá la justicia y la bendición para aquellos que
obedecen a Dios.
Salmos 37: 5 Confiar en Dios implica depositar nuestra
confianza en Él y seguir su guía, sabiendo que sus caminos son sabios y
perfectos. Aunque el mundo pueda cambiar y las normas sociales evolucionar, la
verdad eterna de la Palabra de Dios permanece inmutable. Por lo tanto, confiar
en Dios implica obedecer sus enseñanzas, incluso cuando no siempre entendemos
completamente su propósito o su aplicación en nuestro contexto contemporáneo.