ESTUDIO DEL LIBRO DEL 18 AL 24 DE MARZO 2024
9. ¿Quién era Simón, y al parecer qué le llamó la atención
de Felipe?
Simón era un mago en Samaria que inicialmente admiraba el
poder de Felipe, quien realizaba milagros como curaciones y expulsaba demonios.
Y cuando Felipe realizó en Samaria muchos milagros, como curar a personas con
discapacidades vio que el poder que utilizaba Felipe verdaderamente venia de
Dios.
10. a) ¿Qué hicieron Pedro y Juan en Samaria?
Pedro y Juan fueron enviados a Samaria por los apóstoles
después de enterarse de que la obra allí estaba prosperando. Su misión era
fortalecer la fe de los nuevos creyentes. Al llegar, impusieron las manos sobre
los nuevos discípulos, y recibieron el espíritu santo de Dios
b) ¿Qué hizo Simón al ver el poder que tenían Pedro y Juan?
Al ver el poder que Pedro y Juan ejercían al imponer las
manos y conferir el Espíritu Santo a los nuevos discípulos, Simón quedó
profundamente impresionado. Su asombro lo llevó a buscar ese mismo poder para
sí mismo, creyendo que podría obtenerlo de alguna manera. Por lo tanto, se
acercó a los apóstoles y les pidió que le otorgaran ese don espiritual, incluso
llegando al extremo de ofrecerles dinero como si fuera posible comprar tal
privilegio sagrado.
Esta situación nos enseña que lo espiritual no se puede
comprar ni manipular con recursos terrenales. Como muchas personas piensan hoy
en día o por contribuciones con grandes sumas de dinero lo importante es una
relación genuina con Dios y hacer su voluntad.
Buscar poder para satisfacer ambiciones personales o
obtener beneficios materiales es contrario al verdadero propósito de servir a
Jehová
11. ¿Qué le respondió Pedro a Simón, y cómo reaccionó Simón?
Pedro respondió firmemente a Simón, rechazando su
solicitud y reprendiéndolo por pensar que podría obtener el don de Dios con
dinero. Le hizo ver que su corazón no era recto ante los ojos de Dios y lo
instó a arrepentirse sinceramente, pidiéndole que rogara a Dios por el perdón
de sus malas intenciones.
Consciente de su error, Simón pidió a los apóstoles que
intercedieran por él para evitar las consecuencias de sus acciones. Esto nos
muestra que Simón no era malo pero no controlo sus impulsos
Simón, al intentar adquirir el don del Espíritu Santo
mediante el pago, mostró una comprensión errónea de la naturaleza divina. Y
Pedro, al rechazar su solicitud y exhortarlo al arrepentimiento, enfatizó la
importancia de la sinceridad y la rectitud de corazón ante Dios cuando queremos
servirle.
12. ¿Qué es la simonía, y hasta qué punto se extendió en la
cristiandad?
La simonía es la práctica de comprar o vender beneficios
espirituales o cargos religiosos. Su nombre proviene del incidente con Simón en
el libro de los Hechos. A lo largo de la historia cristiana, la simonía ha sido
una problemática extendida en la religión.
Refiriéndose a la simonía la Enciclopedia Británica
señala que las elecciones de papas a lo largo de la historia no han estado
exentas de la mancha de la simonía, llegando a ser descarada y abierta en
muchos casos. Esto muestra cómo esta práctica corrupta ha afectado la
integridad y la moralidad dentro de las iglesias
13. ¿Cómo podemos evitar la simonía?
Es importante que los miembros de la congregación no
intenten influir en las decisiones de los hermanos que llevan la delantera
mediante obsequios o adulaciones excesivas. Estas prácticas pueden distorsionar
el juicio y corromper la integridad de quienes ocupan cargos de responsabilidad
Debemos actuar con imparcialidad: por ejemplo aquellos
que ocupan puestos de responsabilidad en la congregación deben tomar decisiones
de manera imparcial, evitando cualquier forma de favoritismo basado en la
situación financiera u otros factores de los miembros. La imparcialidad
garantiza la justicia y la equidad en todas las decisiones y acciones dentro de
la congregación.
También algo que nos ayudara es mantener una actitud de
humildad ya que es esencial que cada siervo de Dios se comporte con humildad,
reconociendo que es el Espíritu Santo quien guía los nombramientos y las
decisiones en la congregación. La humildad nos ayuda a evitar buscar
reconocimiento o gloria personal de manera egoísta, recordándonos que la
verdadera grandeza proviene del servicio desinteresado a Dios y a los demás.