Nuestra vida cristiana semana del 11 al 17 de diciembre 2023
Debajo de cada texto escriba qué tipo de pensamientos
deberíamos evitar:
Ro 12:3
En este pasaje, el apóstol Pablo está exhortando a los hermanos
a tener una perspectiva equilibrada sobre sí mismos. Les advierte contra la
arrogancia o el orgullo excesivo, recordándoles que cada uno tiene dones
otorgados por Dios, y que deben usarlos con humildad y en beneficio de la congregación
cristiana.
Entonces no debemos sobrevalorarnos, sino reconocer los
dones y capacidades que se tienen como un regalo de Dios, y usarlos en servicio
a los demás sin jactancia ni arrogancia. Es una llamada a mantener una actitud
equilibrada y de respeto hacia uno mismo y hacia los demás miembros de la congregación.
Lu 12:15
Jesús advierte a sus seguidores sobre la trampa de la
codicia, señalando que la verdadera plenitud de la vida no está determinada por
la cantidad de posesiones materiales que uno tenga. La codicia o avaricia es el
deseo excesivo de poseer riquezas o bienes, y puede llevar a una mentalidad
egoísta, centrada solo en acumular más sin tener en cuenta las necesidades de los
demás o el propósito que tiene nuestra vida.
Jesús nos anima a no dejar que la búsqueda de riquezas o
posesiones materiales gobierne nuestras vidas, ya que la verdadera riqueza y
plenitud provienen de valores más profundos, como la bondad, la generosidad, la
compasión y la relación con Dios y con los demás. Es un recordatorio poderoso
sobre la importancia de priorizar lo espiritual por encima de lo material.
Mt 5:28
Jesús va más allá del acto físico del adulterio y señala que
los pensamientos y deseos también son importantes. Esto nos insta a no solo
preocuparnos por nuestras acciones externas, sino también por nuestros
pensamientos y motivaciones internas. Enseña que la lucha contra la tentación comienza
en la mente y el corazón, y no solo en la conducta externa.
La idea es que el control de nuestros pensamientos y deseos
es fundamental para vivir una vida íntegra y moral. Jesús nos exhorta a ser
conscientes no solo de nuestras acciones visibles, sino también de nuestros
pensamientos y deseos internos, y a esforzarnos por mantener la pureza y la
rectitud en todo nivel. Esto resalta la importancia de cultivar la pureza no
solo en nuestras acciones, sino también en nuestros pensamientos y motivaciones
más íntimas.
Flp 3:13
Debemos evitar pensamientos de desanimo o por a ver dejado una
vida de lujos y en lugar de concentrarse
excesivamente en los bienes materiales acumulados en el pasado el texto sugiere dirigir la atención hacia la relación
con Dios en el presente y nuestra dedicación de servirle. Esto implica no poner
la prioridad en las posesiones materiales, sino en el servicio a Dios y en
seguir su voluntad.