TESOROS DE LA BIBLIA 20 de noviembre
Jamás abandonemos a nuestros hermanos
Hermanos y hermanas, en momentos de adversidad y
tribulación, la historia de Job nos susurra lecciones que resuenan en nuestros pensamientos
Job, en su dolor, experimentó la desolación de ser abandonado por aquellos a
quienes más amaba y en quienes confiaba ¿Quiénes eran estos? Job 19:13.
Los familiares de Job, en su momento de necesidad, optaron
por alejarse, desviando sus miradas de su sufrimiento. Y eso no fue todo Job
19:16, 18 Los que una vez fueron sus sirvientes y los niños pequeños que solían
respetarlo, también se distanciaron, dejando atrás la lealtad y el afecto que
solían compartir con él.
Y en Job 19:19 como observamos Incluso sus amigos más cercanos, aquellos en
quienes depositaba su confianza, se volvieron en su contra, incapaces de
comprender su dolor y su angustia.
Hermanos y hermanas, en nuestro viaje por la vida,
enfrentamos pruebas y desafíos que ponen a prueba nuestra fortaleza y nuestra
fe. En esos momentos cruciales, es vital recordar que el abandono no debe
convertirse en nuestro camino.
No podemos permitir que el miedo o la incomodidad nos hagan
apartarnos de aquellos que necesitan nuestro apoyo. Debemos ser la luz en la
oscuridad de la desesperación, la mano extendida que ofrece consuelo y
esperanza.
en momentos de angustia, nuestra presencia amorosa puede
marcar una diferencia significativa en la vida de aquellos que enfrentan
dificultades. ¿Cómo podemos mostrar ese amor compasivo y práctico a nuestros
hermanos que están pasando por situaciones difíciles?
Recordemos las palabras sabias que nos llegan desde las
Escrituras y la compasión de Jesús al llorar con Marta y María. Sigamos su
ejemplo: escuchemos, ofrezcamos consuelo y estemos presentes para quienes han
perdido a un ser querido. Dan, un anciano en Australia, nos ofrece un
testimonio inspirador de cómo el apoyo amoroso puede hacer una diferencia.
Cuando perdió a su esposa, varios matrimonios se acercaron a él, dispuestos a
escucharlo en cualquier momento. No se sintieron incómodos por sus lágrimas,
sino que estuvieron ahí para ayudar en tareas cotidianas y, sobre todo, para
orar juntos. Fueron verdaderos amigos y hermanos en tiempos de angustia.
Es esencial seguir apoyando a los familiares fieles en
momentos difíciles, demostrarles amor y ánimo. Algunos familiares de expulsados
pueden sentirse aislados, como si también estuvieran fuera, por lo que debemos
evitar esa distancia y mantener la conexión con amor y compasión.
No olvidemos a los jóvenes que atraviesan momentos
desafiantes, especialmente aquellos con padres expulsados. Necesitan nuestro
apoyo, aliento y reconocimiento más que nunca.
Además, reconozcamos la importancia de la comprensión y el
apoyo espiritual en casos donde un superintendente o siervo ministerial es
removido de su posición. Aunque haya renunciado voluntariamente, esta
transición puede ser tensa. Como cuerpo de ancianos, el amor nos debe guiar
para brindar estímulo espiritual y mostrarles que su servicio sigue siendo
valioso para la congregación.
En resumen, mostremos amor de manera tangible y constante.
Escuchemos, estemos presentes, ayudemos con las tareas diarias y oremos juntos.
Recordemos que nuestra compasión y apoyo pueden ser la luz en tiempos de
oscuridad para aquellos que atraviesan momentos difíciles.