Busquemos perlas escondidas del 9 al 15 de junio
Pr 17:24. ¿Qué quiere decir que “los ojos del insensato van
sin rumbo hasta los confines de la tierra”?
Esta expresión describe a alguien que no tiene dirección en
la vida. Sus ojos —que en la Biblia reflejan los sentimientos y la intención
del corazón— están vagando, como si su mente estuviera siempre en otra parte.
El insensato se distrae fácilmente, busca satisfacción en cosas que están lejos
del verdadero conocimiento, y no pone atención en lo que realmente importa.
El texto se menciona un contraste con los sabios porque el
sabio refleja su entendimiento incluso en el rostro. Es alguien que está
enfocado, que sabe lo que busca, y se esfuerza por vivir con sensatez. Este
tipo de persona no necesita andar “mirando hasta los confines de la tierra”
porque ya ha hallado en la sabiduría —y en Jehová— lo que da sentido y
dirección a su vida.
Esta comparación nos invita a reflexionar en dónde están
puestos nuestros ojos y pensamientos. ¿Estamos enfocados en cosas espirituales,
o tenemos la mirada dispersa, distraída por las cosas del mundo? En una época
donde hay tanta información, entretenimiento y distracciones, este proverbio es
un recordatorio de la importancia de ser personas centradas y espiritualmente
discernidas.
¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica
de esta semana?
Proverbios 17:1 Este versículo me enseña a darle más
importancia a lo que realmente importa: la paz, la unidad y la tranquilidad en
el hogar. Es mejor vivir con sencillez pero en armonía, que tener muchas cosas
materiales y vivir en medio de discusiones. Me ayuda a recordar que lo que
ofrece este mundo —como el lujo o las riquezas— no vale la pena si no hay paz
interior ni buenas relaciones con los demás.
Proverbios 17:3 Este versículo me recuerda que Jehová no se
deja llevar solo por las apariencias o por lo que los demás pueden ver. Así
como el fuego revela la pureza de los metales, Jehová examina profundamente lo
que hay en mi corazón: mis intenciones, mis motivos y mis deseos más ocultos. Esto
me anima a ser honesto conmigo mismo y a revisar qué me impulsa a hacer lo que
hago en la vida diaria y en mi servicio a Dios. ¿Estoy buscando su aprobación o
solo quedar bien con los demás?
Proverbios 17:4 Este versículo me hace reflexionar sobre la
clase de conversaciones que me atraen. No se trata solo de evitar decir cosas
malas, sino también de lo que elijo escuchar. Si me detengo a oír chismes,
calumnias o comentarios negativos sobre otros, eso puede ser una señal de que
algo en mi corazón no está bien. Jehová no solo condena al que habla mal, sino
también al que escucha con gusto ese tipo de palabras. Por eso, debo tener
cuidado con lo que permito que entre por mis oídos y llegue a mi mente y
corazón.
Proverbios 17:9 Este proverbio me recuerda que el amor verdadero
sabe perdonar y pasar por alto los errores de los demás. No significa que
justifiquemos lo malo, sino que cuando alguien comete una falta y se
arrepiente, no lo exponemos ni hablamos de eso con otros. Divulgar las faltas
de alguien, aunque parezca un detalle pequeño, puede dañar seriamente una
amistad o una relación dentro de la congregación. Cuando hablamos
innecesariamente de los errores ajenos, no estamos actuando con amor, sino
causando división.
Proverbios 17:14 Este versículo me enseña el valor de la
prudencia y el dominio propio. Una discusión puede comenzar con algo pequeño —un
comentario, una diferencia de opinión— pero si no se detiene a tiempo, puede
convertirse en una corriente desbordada que causa daño emocional, divide
amistades o incluso enfría relaciones dentro de la congregación.
Proverbios 17:17 Este versículo me recuerda que el verdadero
amor y la verdadera amistad no dependen de las circunstancias. Un amigo genuino
no solo está presente cuando todo va bien, sino especialmente cuando llegan los
momentos de angustia, tristeza o dificultad. En tiempos así, no se necesita
alguien que solo dé consejos desde lejos, sino alguien que esté cerca, escuche,
apoye y consuele. Un verdadero amigo se convierte en familia —como un hermano
que está allí cuando más se le necesita
Proverbios 17:22 Este versículo me recuerda lo poderosa que
puede ser una actitud positiva. Un corazón alegre —lleno de gratitud, fe y
esperanza— actúa como una medicina, no solo para el alma, sino también para el
cuerpo. Nos fortalece emocional y físicamente, y nos ayuda a enfrentar la vida
con más energía. Claro, todos pasamos momentos difíciles, pero este texto me
anima a no quedarme atrapado en la tristeza. Jehová no espera que estemos
siempre riendo, pero sí quiere que cultivemos una actitud alegre y confiada,
recordando sus promesas y rodeándonos de cosas que edifiquen.