SEAMOS MEJORES MAESTROS
28 DE ABRIL A 4 DE MAYO
4. Empiece conversaciones
(4 mins.) PREDICACIÓN INFORMAL. Busque la forma de contarle
a la persona algo que aprendió recientemente en una reunión (lmd lección 2
punto 4 Tenga paciencia. No piense que tiene que ponerse a hablar de la Biblia
enseguida. Espere al momento oportuno y saque el tema de forma natural. Quizás
tenga que esperar hasta la próxima vez que hable con la persona. ).
🛒 Escenario: En la
sección de frutas del mercado
Tú:
—¡Qué buenas se ven esas mangos! Ya se siente que se viene
el calor, ¿verdad?
Persona:
—Sí, ya empezó a subir la temperatura otra vez. A mí me
encanta el mango, pero tienen que estar bien maduritos.
Tú (riendo):
—¡A mí también! Aunque a veces me pasa que me emociono y los
compro muy verdes. Luego tengo que esperar unos días mirándolos como si fueran
a madurar más rápido.
Persona (sonríe):
—Sí, igual me pasa. Hay que tener paciencia…
Tú (con naturalidad):
—¡Justo esa palabra salió el otro día en una reunión a la
que fui! Estábamos hablando de cómo a veces queremos que las cosas cambien
rápido en nuestra vida, pero se nos olvida que hasta Dios es paciente con
nosotros. Eso me hizo pensar mucho.
Persona:
—¿En una reunión? ¿De qué era?
Tú:
—Esas reuniones son para estudiar la Biblia, pero de una
forma muy práctica. Esa vez comentamos cómo la paciencia es una de las
cualidades que más nos cuesta tener. Y lo bonito es que se mostró que Dios es
paciente incluso cuando nos equivocamos. Me pareció muy reconfortante, la
verdad.
Persona:
—Qué interesante. Yo siempre he sentido que cuando uno
falla, Dios se enoja…
Tú:
—Y muchos lo ven así. Pero ese día leímos un versículo que
decía que Dios es compasivo, lento para la ira y grande en amor leal. Me dio
otra imagen de Él. Como cuando un padre ve que su hijo se equivoca, pero en
lugar de gritarle, lo ayuda a levantarse. ¿Verdad que es bonito pensar en Dios
así?
Persona (reflexiva):
—Sí… la verdad sí. Uno necesita eso, más en estos tiempos.
Tú (con suavidad):
—Y eso es lo que más me gusta de esas reuniones. No son
sermones, más bien se aprende cómo aplicar los consejos de la Biblia en cosas
que todos vivimos. Si un día quieres acompañarme o ver cómo es, con gusto te
aviso.
Persona (abierta):
—Gracias. ¿Dónde se hacen?
Tú:
—En un Salón del Reino que está por aquí cerca. También hay
opciones para verlo en línea. Si quieres, la próxima vez te traigo un pequeño
folleto para que veas de qué se trata.
Persona:
—Sí, me parece bien. Gracias.
Tú (con calidez):
—A usted. Y bueno, ¡espero que esos mangos salgan buenos
esta vez!
5. Haga revisitas
(4 mins.) PREDICACIÓN INFORMAL. Presente y analice un video
del kit de enseñanza, pero no lo ponga (lmd lección 8 punto 3 Intente algo
diferente. Si al principio la persona no quiere aceptar un curso bíblico, no la
presione. Pero, si lo ve apropiado, use videos o artículos para mostrarle cómo
son nuestros cursos bíblicos y cómo le ayudaría aceptar uno.).
🛒 Escenario: Te
encuentras de nuevo a la persona en el mercado (o cerca de allí)
Tú:
—¡Hola de nuevo! Qué gusto encontrarla otra vez. ¿Cómo ha
estado?
Persona:
—Bien, gracias a Dios. ¿Y usted?
Tú:
—También muy bien, gracias. Me acordé de usted porque el
otro día vi un video cortito que enseña cómo son nuestras reuniones, y pensé:
“Esto le gustaría verlo a la persona del mercado”.
Persona (sonríe o muestra interés):
—¿Ah, sí? ¿Qué tipo de reuniones son?
Tú:
—Son las reuniones que tenemos los testigos de Jehová. Y
sabe, mucha gente piensa que son aburridas o que uno solo escucha a alguien
hablar todo el tiempo. Pero este video muestra algo muy diferente: un ambiente
alegre, donde todos participan, incluso los niños, y donde todo gira en torno a
la Biblia. OBSERVEMOS EL VIDEO
Persona:
—Mmm, suena distinto.
Tú:
—Es muy breve, solo un par de minutos. Pero lo interesante
es que no solo muestra imágenes bonitas, sino que deja ver el ambiente: cómo se
recibe a las personas, cómo se comenta con libertad, cómo se aprende de la
Biblia paso a paso. Yo creo que si alguien ve esto, se da cuenta de que no hay
nada que temer, todo lo contrario.
Persona (más curiosa):
—¿Y hay que tener conocimiento de la Biblia para ir?
Tú:
—Para nada. Justamente muchas personas van para aprender,
aunque nunca hayan leído la Biblia. Y algo que también se muestra en el video
es que no se pide dinero, no hay presiones. Todo es voluntario. Las personas se
sienten cómodas, y lo más importante: salen con consejos prácticos para su
vida.
Persona:
—Eso sí suena interesante, la verdad.
Tú:
Si quiere, se lo puedo enviar por WhatsApp para que lo vea
cuando tenga un momento tranquilo. Así usted mismo puede juzgar si es como se
lo estoy contando.
Persona (si acepta):
—Está bien, mándemelo. Me da curiosidad.
Tú:
—¡Perfecto! Aquí le apunto el enlace, o si me permite su
número, se lo paso directamente. Y si luego le gustaría ver una de esas
reuniones en persona, con gusto le acompaño.
6. Haga discípulos
(4 mins.) PREDICACIÓN PÚBLICA. Ofrézcale a la persona un
curso de la Biblia y muéstrele cómo son nuestras clases (lmd lección 10 punto 3
. Dirija el curso bíblico a la hora y en el lugar que le convengan a su
estudiante. ¿Prefiere él algún día o alguna hora en especial? ¿Dónde se sentirá
más cómodo: en su lugar de trabajo, en su casa, o en un lugar público? Siempre
que sea posible, adapte su horario al de su estudiante. ).
🗣️ Escenario: Predicación
pública en una plaza o calle concurrida
Tú (con amabilidad y una sonrisa):
—Buenos días. Estamos conversando con las personas sobre un
pensamiento positivo que ha ayudado a muchos. ¿Le puedo compartir uno?
Persona (curiosa o abierta):
—Está bien.
Tú (sacas tu Biblia
—Gracias. Este pensamiento está en Isaías 41:10, donde Dios
dice: “No tengas miedo, porque yo estoy contigo. No te angusties, porque yo soy
tu Dios.” A muchas personas este texto les ha dado fuerzas para seguir adelante
cuando enfrentan algo difícil.
Persona:
—Sí, está muy bonito.
Tú:
—¿Ha sentido alguna vez que necesitaba ese tipo de ayuda?
Como que las cosas lo sobrepasan…
Persona:
—La verdad sí.
Tú (con empatía):
—A todos nos pasa. Justamente, por eso muchas personas han
empezado a estudiar la Biblia, no como una religión, sino como una guía
práctica para la vida. Y nosotros ofrecemos un curso totalmente gratuito,
personalizado, donde usted puede aprender a su ritmo y en el lugar que
prefiera.
Persona (interesada):
—¿Y cómo es ese curso?
Tú (le muestras el libro):
—Mire, usamos esta guía. Son lecciones sencillas, basadas en
preguntas y respuestas, con ejemplos. Cada clase puede durar entre 15 a 30
minutos, y se adapta a su disponibilidad. De hecho, muchas personas lo hacen en
su lugar de trabajo durante un descanso, en su casa o en un parque. ¿Dónde se
sentiría usted más cómodo?
Persona:
—Pues… aquí cerca hay una banca tranquila, o también podría
ser en mi casa, si es rápido.
Tú (adaptándote):
—¡Perfecto! Y respecto al horario, ¿hay algún día u hora que
le convenga más? Podemos ajustarnos a lo que le funcione mejor.
Persona:
—Los martes en la mañana tengo un tiempo libre.
Tú:
—Excelente. Entonces, si le parece, podríamos vernos el
martes a esta misma hora y comenzamos con la primera lección. Le va a gustar
porque es muy clara, y si en algún momento siente que no puede, simplemente se
pausa y retomamos cuando pueda.
Persona:
—Está bien. Me parece buena idea.
Tú (con una sonrisa):
—Me alegra mucho. ¡Le va a encantar! Le anoto mi nombre y
número por si necesita comunicarse antes del martes, ¿le parece?