Busquemos perlas escondidas 15-21 DE SEPTIEMBRE
Busquemos perlas escondidas
15-21 DE SEPTIEMBRE
Proverbios 31:10-31. ¿Qué son los acrósticos, y por qué se
usan en las Escrituras Hebreas?
Un acróstico es cuando cada versículo empieza con una letra
distinta del alfabeto hebreo y van en orden, como pasa en Proverbios 31:10-31.
Esto se usaba para que la gente pudiera memorizar más fácil lo que aprendían.
En Israel, desde niños se les enseñaba a repetir y aprender pasajes de la Ley,
y con el tiempo eso les ayudaba a leer y meditar en las cosas de Jehová. Así lo
que aprendían no solo quedaba en la mente, sino también en el corazón.
Respuesta
¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica
de esta semana?
Proverbios 31: 1 nos enseña que los padres pueden hacer
muchísimo en el aspecto espiritual de sus hijos. En los primeros versículos
vemos cómo una madre amorosa aconseja con firmeza al rey Lemuel para que
evitara lo que pudiera apartarlo de Jehová y para que usara bien la autoridad
que se le había dado. Esto nos enseña dos lecciones: por un lado, los padres
tienen la gran responsabilidad y privilegio de formar espiritualmente a sus
hijos desde temprana edad; y por otro lado, los hijos podemos atesorar esos
consejos y obedecerlos, sabiendo que nos ayudarán a tener una vida feliz y
aprobada por Jehová.
En Proverbios 31:2-3 se nos recuerda que no debemos
malgastar nuestras fuerzas en lo que destruye la espiritualidad, como los
placeres y las malas relaciones. Hoy día el mundo nos ofrece muchísimas cosas
que parecen atractivas y, a simple vista, da la impresión de que quienes las
buscan viven con éxito. Sin embargo, cuando analizamos más a fondo, vemos que
no es así: muchas veces su vida está esclavizada a esos mismos placeres y a las
cosas materiales. Invierten su tiempo, sus energías y hasta su salud en
obtenerlos y mantenerlos, pero al final eso no les da verdadera felicidad ni
paz.
Proverbios 31:4-5: En estos versículos se nos advierte del
peligro del abuso del alcohol, porque nubla el juicio y hace que una persona no
piense con claridad. Cuando la mente está embotada, se pierde la capacidad de
distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, y eso fácilmente puede llevarnos
a caer en tentaciones. Muchas decisiones importantes de la vida se pueden
arruinar por un momento de falta de dominio propio bajo los efectos del
alcohol.
Proverbios 31:8-9:
En estos versículos se nos anima a hablar en favor de los
que no tienen voz y a defender a los necesitados. Esto nos recuerda que Jehová
valora mucho que sus siervos sean justos y compasivos, no indiferentes. En el
mundo, muchas personas sufren injusticias, son maltratadas o simplemente no
tienen quién las defienda. Nosotros, como cristianos, podemos reflejar la
manera de pensar de Jehová al preocuparnos por ellos, alzando la voz cuando sea
necesario y, sobre todo, mostrándoles amor y ayuda práctica.
Proverbios 31:10: Este versículo dice que una buena persona
con valores espirituales es más valiosa que las riquezas. Esto nos enseña que
lo que realmente da valor a alguien no son las posesiones materiales ni la
apariencia, sino sus cualidades espirituales y su temor a Jehová. En la
congregación tenemos hermanos y hermanas que, con su ejemplo de fe, su lealtad
y sus buenas cualidades, pueden aportarnos muchísimo. A veces quizás no tienen
grandes recursos materiales, pero su consejo, su apoyo y su experiencia nos
enriquecen la vida de una manera que el dinero nunca podría hacerlo.
Proverbios 31:16-19: En estos versículos se destaca cómo la
mujer ejemplar trabaja con constancia y responsabilidad. Ella no se conforma
con hacer lo mínimo, sino que analiza, planifica y actúa con diligencia para el
bien de su familia. Esto nos enseña que el trabajo constante, acompañado de
buena organización y esfuerzo, refleja verdadera sabiduría. Hoy día, el mundo
muchas veces promueve la pereza, la búsqueda de lo fácil o de ganancias rápidas,
pero Jehová valora la dedicación y la responsabilidad. Cuando trabajamos duro
—ya sea en la congregación, en nuestro empleo o en el hogar— no solo mostramos
madurez, sino también amor hacia los demás, porque nuestro esfuerzo beneficia a
quienes nos rodean.