TESOROS DE LA BIBLIA DEL 16 AL 22 DE SEPTIEMBRE 2024
Discurso: La oración nos ayuda a aguantar
Introducción: La vida nos presenta muchos desafíos y, en
ocasiones, podemos sentirnos abrumados. En esos momentos, la oración puede ser
una fuente inagotable de consuelo y fortaleza. Hoy analizaremos cómo la oración
puede ayudarnos a aguantar y a mantenernos leales a Jehová. Veremos cómo
podemos pedirle que nos dé alegría y fuerzas, confiando siempre en que Él
escucha y responde nuestras súplicas.
1. Pídale a Jehová que le dé alegría (Salmo 86:4): En el
Salmo 86:4, David le pide a Jehová: …. Este versículo nos enseña la importancia
de pedir a Jehová que nos llene de gozo, incluso en momentos de dificultad. Al
orar con sinceridad, podemos recibir de Él la paz y la alegría necesarias para
enfrentar nuestras pruebas. Jehová, como un Padre amoroso, no se cansa de
escuchar nuestras oraciones y se deleita en darnos lo que necesitamos para
servirle con felicidad.
2. Pídale a Jehová que lo ayude a seguir siendo leal (Salmo
86:11, 12): David también pidió a Jehová que lo ayudara a mantenerse fiel. En
los versículos 11 y 12 dice: … A través de la oración, podemos pedirle a Jehová
espíritu santo, sabiduría y fuerzas para mantenernos leales, incluso frente a
las tentaciones.
Esta lealtad es crucial para reflejar la gloria de Dios en
nuestra vida diaria. Al pedirle que nos ayude a manejar la "palabra de la
verdad correctamente", también demostramos que nuestra adoración está
centrada en hacer su voluntad.
3. Confíe en que Jehová contestará sus oraciones (Salmo
86:6, 7): David tenía plena confianza en que Jehová escuchaba y respondía sus
oraciones. En los versículos 6 y 7 leemos: "…
Este es un
recordatorio poderoso de que podemos orar con la seguridad de que Jehová nos
escuchará. Aunque a veces no responda de la manera que esperamos, podemos estar
seguros de que siempre nos dará lo que realmente necesitamos y en el momento
más adecuado.
Conclusión:
PREGÚNTESE: “Cuando paso por dificultades, ¿le oro más a
Jehová y son mis oraciones más largas?” (Salmo 86:3). Este es un recordatorio
importante para todos nosotros. En tiempos de prueba, podemos sentir la
tentación de resolver las cosas por nuestra cuenta o recurrir a otros antes de
recurrir a Jehová. Sin embargo, la oración no debe ser nuestra última opción,
sino nuestra primera acción.
David, el salmista, comprendía bien esta verdad. No solo
oraba cuando las cosas iban bien, sino que también intensificaba sus súplicas
en los momentos más oscuros de su vida. En Salmo 86:3, dice… ¿Nos dirigimos a
Jehová de la misma manera, con la frecuencia y la intensidad que muestran estas
palabras?
Es fácil orar de manera rutinaria, pero nuestras oraciones
deben reflejar una relación profunda y sincera con nuestro Padre celestial,
especialmente cuando enfrentamos dificultades. La Biblia nos asegura que Jehová
siempre está dispuesto a escuchar, y aunque tal vez no responda de inmediato o
de la forma que esperábamos, podemos confiar en que siempre nos dará lo que
necesitamos para seguir adelante.
Así que, en momentos de angustia, en lugar de reducir
nuestras oraciones, hagámoslas más largas, más sinceras y más fervientes.
Sigamos el ejemplo de David, quien confiaba plenamente en que Jehová no solo
escuchaba sus oraciones, sino que le proporcionaba el alivio y la ayuda
necesarios para soportar cualquier situación. ¿Hacemos nosotros lo mismo?